La tecnología eólica ha jugado un papel muy importante. Es el segundo tipo de energía renovable más extendida en el mundo, después de la hidráulica, desde el 2010 [2]. Actualmente hay más de 600 GigaWatts de potencia instalada a nivel mundial y se encuentra en expansión [3]. Este pequeño resumen pretende que cubramos las principales características de este tipo de energía y la extensión de su uso.
La energía eólica, al igual que la gran mayoría de plantas eléctricas del mundo, funciona gracias al principio de inducción electromagnética. Esta nos permite convertir el movimiento, en este caso del viento, en electricidad alterna. El diseño base más simple coloca el generador directamente conectado al rotor de la hélice, donde el viento hace mover las aspas que inducen al generador a crear electricidad. Los modelos modernos utilizan una turbina que maximiza la eficiencia del generador [2][4], y dependen del lugar de emplazamiento, las condiciones atmosféricas y la carga de viento que tienen que soportar. De esta forma, la mínima cantidad de movimiento de la hélice es desperdiciada y la mayor parte se transforma en energía eléctrica. Gracias a la abundancia de zonas ventosas en gran cantidad de países, ha gozado de un rápido crecimiento en todo el mundo y sobre todo en USA y China [3][4].
Sin embargo, tiene detalles que hacen que su aplicación a gran escala no sea algo fácil y sencillo. Ya que dependen de la altura, de la orientación del viento y la cantidad de viento, la producción eléctrica puede variar grandemente [4]. Como esto se ve grandemente influenciado por las condiciones del suelo, y los relieve que contiene, últimamente se han hecho plantas eólicas (a veces denominadas “parques eólicos”) en mar abierto [5] lo que implica otros desafíos y mayores costes de instalación. Además, los sitios ideales para estos parques eólicos suelen ser lugares con alto valor ecológico, que se ven impactados por la actividad de estos parques [6]. En países con una alta penetración de la energía eólica pueden verse este y otros efectos nocivos, como es el caso de Dinamarca, donde se analiza la contaminación acústica de estos sistemas y sus consecuencias [7]. Y si bien están apareciendo nuevas tecnologías que evitan estos problemas, es aún demasiado temprano para que lleguen a su escala comercial.
Aun con todo, siguen siendo una apuesta viable en este contexto de promoción de energías limpias. Se estima que en menos de 8 meses de funcionamiento se recuperaría, en términos de balance de carbono, la energía necesaria para producir una turbina eólica, incluyendo la desinstalación y deposición [2]. Esto significa una reducción efectiva enorme de emisiones de carbono por Kilowatt hora, y con un estado del arte que es competitivo a precio de mercado [2], lo convierte en un excelente aliado para diversificar la producción de energía y combatir los efectos del carbono en el calentamiento global.
Referencias
Kaygusuz, K. (2002). Renewable energy sources: the key to a better future. Energy Sources, 24(8), 787-799.
Pryor, S. C., & Barthelmie, R. J. (2010). Climate change impacts on wind energy: A review. Renewable and sustainable energy reviews, 14(1), 430-437.
Hannah Ritchie and Max Roser (2020) - "Renewable Energy". Published online at OurWorldInData.org. Retrieved from: 'https://ourworldindata.org/renewable-energy' [Online Resource]
Kaldellis, J. K., & Zafirakis, D. (2011). The wind energy (r) evolution: A short review of a long history. Renewable energy, 36(7), 1887-1901.
Colmenar-Santos, A., Perera-Perez, J., Borge-Diez, D., & dePalacio-Rodríguez, C. (2016). Offshore wind energy: A review of the current status, challenges and future development in Spain. Renewable and Sustainable Energy Reviews, 64, 1-18.
Dai, K., Bergot, A., Liang, C., Xiang, W. N., & Huang, Z. (2015). Environmental issues associated with wind energy–A review. Renewable Energy, 75, 911-921.
Wind turbine noise generation and propagation modeling at DTU WindEnergy: A review
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